La selva sobre rieles
Iván Vasquez, Presidente Regional de Loreto, promoverá fantástico proyecto
La selva sobre rieles
El reciente triunfo electoral de Iván Vásquez en las elecciones regionales de Loreto, que sólo requiere una confirmación oficial y estadística, reaviva el gran proyecto que el destacado líder político loretano anunciara en nuestras páginas: la construcción del vital ferrocarril Iquitos- Yurimaguas.
Los peruanos tienen que entender algunas cosas puntuales: Loreto es la región, geográficamente hablando, más grande del país, poblada de bosques maravillosos que encierran tesoros ecológicos de importancia mundial; es, también, el territorio del río más famoso del mundo, el Amazonas que, lamentablemente, aún no inspira a los peruanos a admirarlo, amarlo y desear conocerlo, cuando otros países morirían por poseer unos cuantos kilómetros de su curso; y su capital, Iquitos, es un puerto estratégico, histórico, desarrollado, con aeropuerto internacional pero, por desgracia, desconectado del resto del país por vía terrestre.
Ese “ferrocarril amazónico de Iván” no sólo anula el aislamiento de Iquitos. Conecta, además, a la capital loretana con una de sus provincias más importantes, bien llamada la “Perla del Huallaga”: Yurimaguas. Y con ello, Iquitos se unirá a la capital comercial de San Martín, Tarapoto, pues ésta ya está debidamente enlazada por una moderna carretera con Yurimaguas. Es decir, en un viaje de solo 8 horas, por ferrocarril primero y automóvil después, se podría visitar las dos selvas más espectaculares de Sudamérica: Loreto y San Martín.
De tal manera que el tema no sólo se centra en el beneficio directo que obtendrán los comerciantes loretanos que podrán negociar sus productos y, por ende, promover el consiguiente abaratamiento de la canasta familiar. El viejo sueño loretano es salir del ostracismo, es matar la lejanía, es transformar a Loreto en un polo atractivo para el turismo nacional e internacional gracias a la travesía ferroviaria más fascinante del Perú: del Amazonas al Huallaga, cruzando el paraíso sobre rieles.
Si la navegación por el Amazonas aún no ha logrado atraer a los miles de turistas, especialmente peruanos, como debería darse en países más desarrollados, ahora se abre una nueva posibilidad, mucho más fascinante: la conquista de la selva a través de la ingeniería del hombre. El ferrocarril amazónico será un ejemplo del genio humano, de la audacia de vencer bosques tan indomables pero a la vez tan hermosos.
Aguardamos con expectativa esta propuesta, que podría ejecutarse, según algunos cálculos, entre el 2015 o 2016, tras una inversión superior a los 2,500 millones de soles. No es un sueño. Empresas especialistas de Canadá ya quieren apostar por esta prodigiosa obra. El Gobierno Regional Loretano, éste, de Iván, puede dar el primer paso para este histórico ferrocarril que, por primera vez en la larga historia de Maynas, pondría a Loreto sobre ruedas.
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¿Cuándo se jodió la derecha peruana?
Lourdes Flores es la culminación de una historia de caos y debilidad institucional
¿Cuándo se jodió la derecha peruana?
Manuel Prado ha sido su último presidente elegido en 1956
En la vida hay momentos en que debemos tomar distancia de la actualidad inmediata para visualizar nuestra realidad cotidiana en una perspectiva histórica. Para tal caso, nos permitimos echar mano a esa frase dolorosa “en qué momento se jodió el Perú” del escritor Mario Vargas Llosa. Con su extraordinaria sensibilidad, el aún joven Mario estampó esas palabras en Conversación en la Catedral , no precisamente en un paréntesis pesimista de la vida peruana, sino cuando las fuerzas del cambio, mensajeras de tiempos nuevos, despedían a la llamada República Oligárquica en los años sesenta del siglo XX. Pasados los años, las tomaremos prestadas del flamante premio Nobel para un ejercicio de cuándo es que se jodió la derecha peruana. Reflexión imperativa a propósito de los resultados de las elecciones ediles en Lima en que Lourdes Flores Nano, de la alianza PPC-Unidad Nacional, ha enfrentado sin éxito a la representante de la izquierda, Susana Villarán de la Puente .
Los antecedentes de esta sucesión de jodederas nos ubican en los años que siguieron al triunfo de las guerras de la Independencia , en la batalla de Ayacucho, cuando las elites guerreras y civiles de la naciente República –durante 15 años, entre 1824 y 1839- se dieron la tarea de definir nuestro perfil de Estado nación.
Fue un debate entre quienes querían circunscribir el Perú a los linderos y mutilaciones dejados por Simón Bolívar, que separó el Alto Perú de su hogar madre, poniéndole incluso una derivación de su apellido –Bolivia-, posición ésta enfrentada a los partidarios de la restauración de los antiguos dominios del Perú, ya prefigurados en el imperio inca, pero alterados no tanto por España cuanto por los temores de Bolívar que prefería la “gran Colombia” a un eventual y poderoso Estado confederado andino cuyo epicentro sería obviamente el Perú.
En tan difícil dilema, en los años de la “anarquía militar”, solo dos hombres tuvieron una idea clara del destino de sus pueblos: El general Andrés de Santa Cruz, boliviano de nacimiento y peruano de corazón, y el mercader chileno Diego Portales. El primero organizando la Confederación Perú-boliviana , en medio de incomprensiones que estallaron en las guerras entre 1835 y 1839. El segundo, destruyendo y derrotando, en la batalla de Yungay (1839), este primer gran proyecto nacional cuya realización nos hubiera ahorrado años y años de luchas fratricidas entre la costa y la sierra.
No es que los peruanos Ramón Castilla, Agustín Gamarra y otros exiliados, que participaron encabezando la expedición chilena, hayan sido unos traidores. Eran unos caudillos erráticos que no tenían ni idea de que Portales había diseñando el futuro de su propia nación en 1836, trazándose la meta de impedir el embrionario Estado confederado pan-andino. Eso está en blanco y negro en la conocida carta dirigida al almirante Blanco Encalada, jefe de la primera expedición:
“Va Usted, en realidad, a conseguir con el triunfo de las armas la segunda independencia de Chile (…) La posición de Chile frente a la Confederación es insostenible. No puede ser tolerada ni por el pueblo ni por el gobierno porque ello equivaldría a su suicidio. No podemos mirar sin inquietud y la mayor alarma la existencia de dos pueblos confederados y que, a la larga, por la comunidad de origen, lengua, hábitos, religión, ideas, costumbres, formarán, como es natural, un solo núcleo”.
Eran tiempos en que no se hablaba de derecha ni de izquierda, términos que se hacen globales después de la revolución francesa de 1848. Para entonces el Ejército libertador estaba liquidado y sus principales cuadros –Gamarra y Castilla- exiliados en Santiago. Francisco Xavier de Luna Pizarro y sus liberales, se sumaron a la causa confederada sólo en un inicio, mientras los aristócratas con criterio de pertenencia, es decir de Patria, tras los pasos de José de la Riva Agüero , fueron partidarios consecuentes, y a ella ofrendaron su vida, a diferencia de la otra aristocracia, la de los mercaderes, que prefirió escudarse en las bayonetas chilenas, apenas husmearon que el nuevo eje de desarrollo del Perú haría peligrar sus intereses comerciales en la Ciudad de los Reyes. Este es el primer momento en que se jodió el Perú republicano, en medio de mofas a la procedencia india de Santa Cruz.
La derecha se jodió con el civilismo
Y el primer momento en que la derecha peruana se jode es con el civilismo que toma el poder en la República Autocrática , con Manuel Pardo y Lavalle, líder del Partido Civil, en 1872. Antes, el negocio del guano y el salitre había enfrentado encarnizadamente a dos grupos ferozmente antimilitaristas, a saber: 1) los mercaderes ligados al capital nacional limeño, encabezados por el referido Manuel Pardo, y, 2) los pioneros pro transnacionales liderados por Nicolás de Piérola.
¿Por qué el civilismo pardista no cuajó en un partido arraigado y orgánico? Porque, al igual que las primeras autocracias de la joven República, no logró superar la debilidad caudillista, menos aún trocarlo por una institucionalidad secular capaz de generar entusiasmos y lealtades en torno al Estado, a partir del respeto a la libertad común y las instituciones que la sustentan.
Esa ausencia articuladora, responsabilidad principal de los voceros de los mercaderes guaneros y salitreros, fueron también los que destruyeron el Ejército en la década de los setenta del siglo XIX, en medio de una crisis fiscal en que los recursos fueron mal usados entre negociados y deudas, exponiendo a la Patria a la indefensión, y, por ende, a una nueva mutilación de sus territorios en la aciaga nueva guerra con Chile (1879-1894).
Éste fue el segundo momento en que se jodió el Perú, motivando el retiro momentáneo del poder de la plutocracia guanera, dejando la carga inicial de la reconstrucción nacional al héroe de La Breña, el general Andrés Avelino Cáceres, del Partido Constitucional, hasta que nuevamente civilistas y gamonales de la sierra ganados a esta causa, una vez muerto su jefe Manuel Pardo, convocaron a un viejo enemigo, Nicolás de Piérola, del Partido Demócrata, quien entró con sus victoriosas montoneras a Lima en 1895.
Piérola cerraba con esa contrarevolución el ciclo de la República Autocrática para dar pase a lo que se ha venido a llamar la República Aristocrática (1895-1930) basada en el mercantilismo costeño agro-exportador y los enriquecidos gamonales serranos.
Pero, mal que bien el Perú convaleciente se recompuso de las pesadas cargas de la guerra, y las ilusiones y sueños nacionales “iban a la par con la libra esterlina de Londres”, y por donde se mire había esperanza y recursos, aunque las plutocracias retornarían ávidas al asalto de las arcas de la hacienda pública. Fue Víctor Andrés Belaunde el que con más precisión definió a los tres nuevos poderes fácticos: la plutocracia costeña, la burocracia militar y el caciquismo serrano.
El historiador Jorge Basadre ha tratado de ubicar, en estos años, la concreción de una fuerte institucionalidad del Estado, pero la realidad lo contradijo, no sólo por el caos y las interminables rencillas entre los estertores del civilismo, el pierolismo y el cacerismo, sino porque un civilista rebelde –Augusto B. Leguía- asumió el poder en 1919, dando al traste con esa etapa aristocrática ática cr de mpfas ario Ghivsellini, muelle y sensual.
El siglo XX, tan rutilante en cambios e influencias propiciadas por las revoluciones mexicana y rusa, y por la gradual primacía internacional de la economía norteamericana en reemplazo de la inglesa en los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, trajo la modernización de una Lima siempre más cercana a los perfumes y modas parisinas que al “el Perú profundo”, así definido por José Carlos Mariátegui.
Si el crack de la bolsa de Nueva York en 1929 ayudó a legitimar el nacimiento del aprismo y el comunismo, ¿cómo es que la oligarquía, basada en las mismas fuerzas mercantiles del antiguo régimen aristocrático, no logró constituir un partido raigal? ¿Por qué el Apra, con toda su fuerza auroral, tampoco forjó la siempre esquiva institucionalidad del Estado? ¿Qué pasó con la tercera fuerza, el Ejército?
Al exportar los métodos violentos y anarquistas de la Europa de entreguerras, el Apra fracasa en la sangrienta revolución de Trujillo de 1932. Y comete contra el Ejército un crimen que lo marcó de por vida: el asesinato del caudillo de las armas, el general Sánchez Cerro. Esto lo llevó a la clandestinidad y las catacumbas, de las que salió por tiempo efímero allende 1945, en la ola democratizadora posterior a la Segunda Guerra , para después sublevarse nuevamente contra el gobierno del Frente Nacional que había ayudado a forjar y triunfar con José Luis Bustamante y Rivero a la cabeza.
Estos hechos anidaron un odio irreconciliable, anulando a las dos fuerzas populares –el Apra y el Ejército- en el desarrollo de sus proyectos nacionales, dejando a la oligarquía el campo abierto para su accionar. Alguien dijo que la nueva oligarquía habría aprendido de sus errores de antaño, apareciendo incluso con mayor realismo político, por su condición minoritaria, negándose en todo momento a constituir un partido político, prefriendo actuar como una red invisible de intereses y favores de clientela, ejerciendo una labor de equilibrio y fiel de la balanza entre el Apra y el Ejército.
Luego, fue el gobierno del general Oscar R. Benavides uno de los que la oligarquía usó para tales fines. Un Benavides policiaco, sin embargo, trató de insuflar un régimen de estabilidad jurídica que se proyectó, como una razón de Estado, en el gobierno civil de José Luis Bustamante y Rivero, quien administró el país entre 1945 y 1948, hasta que el caos y la algarada aprista coadyuvaron para un nuevo retorno del poder militar de facto con el general Manuel A. Odría, que instauró el famoso ochenio hasta 1956.
Prado, el banquero del despeñadero
Este es un año -1956- clave para el destino manifiesto de la derecha peruana. La República Oligárquica daba signos de cansancio con la entrada a la escena de nuevas fuerzas, como la del arquitecto Fernando Belaunde (Acción Popular) y la Democracia Cristiana. Mientras, el aprismo proscrito ya había entrado en conversaciones, primero con Odría, para la liberación de su jefe Víctor Raúl Haya de la Torre de la embajada de Colombia, luego con la flor y nata de la bancocracia oligárquica encabezada por Manuel Prado Ugarteche.
Estas tratativas legítimas, por ser políticas, primero se hicieron alianza, de la mano de Ramiro Prialé y Armando Villanueva del Campo, luego convivencia, al derrotar juntos al arquitecto emergente. Convivencia que le permitió al Apra recuperar su legalidad y salir de las catacumbas para, con sus multitudes heroicas aun con olor a celda de prisioneros, darle el triunfo, en las elecciones de 1956, a la fracción más adinerada de la oligarquía, el imperio Prado, que tenía en el Banco Popular el sostén financiero de sus 110 empresas y como su vocero mediático al diario La Crónica.
Hijo del general Mariano Ignacio Prado, Manuel Prado Ugarteche, tuvo un primer mandato entre 1939-1945, en cuyo gobierno no supo, en plena II Guerra, cuando los productos de exportación, en especial los minerales, se cotizaron a precios astronómicos, impulsar el ahorro público, siendo el inaugurador de las políticas inflacionarias en el siglo XX. En su segundo gobierno (1956-1962) Prado echó mano a los empréstitos y a las consabidas “consolidaciones”, que no eran otra cosa que emisión inorgánica de papel moneda. Resultaba pues sintomático que un gobierno de banqueros llevara al país al despeñadero de la maquinita, la inflación y nuevos impuestos para la empleocracia.
Este fue otro momento en que se jodió la derecha peruana. Pocas veces se ha visto, en la etapa moderna del Perú republicano, ejercer la actividad política como una prolongación directa del interés económico, sin mediación alguna, es decir la dominación patrimonial, si usamos la vieja pero siempre nueva categoría sociológica de Max Weber. Para muestra un botón: Tuvo como primer presidente del Consejo de Ministros a Manuel Cisneros Sánchez, quien también era presidente del directorio del diario La Crónica y del mismo Banco Popular.
Este ejercicio del poder en los apachurrantes años cincuenta y comienzos de los sesenta seguía basada en el caudillo, sea civil o militar, y no en un partido o una institución, mientras la oligarquía jugaba sus descuentos, en ese rol de fiel de la balanza, sin tener idea cabal de la necesidad de una institucionalidad secular moderna, sea en una visión patriótica, donde el valor principal es la República y la forma de vida libre que ésta permite; o en la visión nacionalista e ilustrada, donde los valores primordiales son la unidad espiritual y cultural de un pueblo.
La oligarquía había rodeado y mimado a Odría, pero siempre receló de su acercamiento al pueblo, para luego asumir directamente el manejo del poder con Manuel Prado, hasta que fue depuesta al finalizar su mandato por un sui géneris “golpe institucional” de la Fuerza Armada que vetó el triunfo estrecho del Apra en las elecciones de 1962.
Los generales Nicolás Lindley y Ricardo Pérez Godoy inauguraron esta atípica forma de golpe cerrando el itinerario de más de treinta años de la República Oligárquica , con dos ramificaciones claramente definidas. Un conocedor del tema, Fernán Altuve-Febres Lores lo clarifica:
“El caso del Perú en la segunda mitad del siglo XX es una evidencia de la inconsistencia de la derecha burguesa, pues en nuestro país las dos figuras más relevantes de esa derecha, el liberal Pedro Beltrán Espantoso (1897-1979) y el democristiano José Luis Bustamante y Rivero (1894-1989) se conformaron con postular políticamente un “orden económico”, el primero, y “orden jurídico”, el segundo, sin entender que las doctrinas políticas deben ser principios integrales y no solo programas parciales (…). La falta de visión de estos caballeros, y de sus discípulos, impidieron la consolidación de una verdadera derecha peruana y la condenaron a no ganar una sola elección después de la victoria del conservador Manuel Prado Ugarteche (1889-1967) en 1956” . (“La democracia fuerte”, Lima, 2006, pág. 81).
Enterrados los sueños de los legionarios de la Independencia , de los héroes ecuménicos de la guerra con Chile y de los que sintieron al Perú como suyo en los recurrentes conflictos con el Ecuador, de pronto era evidente que las clases adineradas, en el ocaso de la República Oligárquica , no sólo habían olvidado la ilustración y obligaciones de lo mejor de sus predecesores, sino que ya estaban convertidas en cerradas amistades frívolas que, poco a poco, fueron cambiando el París de la Belle Epoque por el cercano Miami tropical de Estados Unidos, de donde había retornado el mismo Manuel Prado para postularse a la presidencia en 1956.
Es más, ya no hacían política con la multitud silenciosa o tumultuosa, pacífica o violenta, sino que los locales partidarios de tiempos heroicos habían sido trocados por el Club Nacional, donde sesionaba el Movimiento Democrático Pradista, o por el Waikiki. Patética la disolución de los sentimientos patrióticos de una clase.
El populismo y el desborde de las masas
El nuevo rumbo creado por el "golpe institucional" de 1962 también fue obra, en su versión civil, de Acción Popular y la Democracia Cristiana , que, bendecidos por los militares, previo veto al Apra en la frustrada elección de ese año, habrían de gobernar el Perú después de las elecciones de 1963, a partir del “Pacto de la Avenida Salaverry ”. Así es como nació la República Populista. El golpe del general Juan Velasco Alvarado de octubre de 1968 se limitó a darle sepultura indigna al antiguo régimen oligárquico y superar las supuestas inconsecuencia del populismo civil, por ejemplo, en materia de reforma agraria.
Ese populismo militar velasquista, ese culto por el colectivismo y el estatismo, cimentó las nuevas ilusiones inoculadas a un pueblo ávido de redención y justicia que, en sus versiones extremistas, había recurrido a las guerrillas de 1965. Pero, en perspectiva serena, este nuevo paréntesis del siglo XX fue un error estratégico. Y es que mientras en otras latitudes del planeta el estatismo estaba de salida, en el Perú se lo presentaba como novedoso y revolucionario. El balance final, al margen de la liquidación de cierto gamonalismo impresentable y de los llamados barones del algodón y del azúcar, no podía ser otro que el fortalecimiento de un nuevo capital financiero y transnacional y de una tecno-burocracia que hasta hoy influye en la hacienda pública.
Agotado el populismo militar, volvía, una vez más, el populismo civil del “arquitecto de la lampa” el año 1980. Fernando Belaunde trajo una colosal inyección de optimismo a un alma nacional cada vez más pesimista y vallejiana. Pero tal estado de ánimo duró poco. De la tragedia del primer Belaunde (1963-1968) pasamos a la parodia del segundo Belaunde (1980-1985). Al margen del terrorismo senderista que se inicia en mayo de 1980, con la asonada en la comunidad de Chuschi, Ayacucho, nada interesante ni nuevo hubo en su gobierno, donde la semidifunta Democracia Cristiana dio pase a su hijastro, el Partido Popular Cristiano, para un cogobierno insípido.
Está claro entonces que no había que ubicar el nuevo rostro del Perú en la política o en la maraña jurídica que la reviste. Había que ubicarla en la sociedad, en las migraciones del campo a las grandes urbes, que José Matos Mar lo describe como la contradicción entre el Perú formal y el Perú informal (“Desborde popular y crisis del Estado”, 1984). Por una parte, el Estado, el Congreso, el Poder Judicial, su ente recaudador de impuestos, la banca, la Iglesia , su cultura. Y por otra la economía informal, los ambulantes, los talleres clandestinos de maestritos que han aprendido en las fábricas modernas, la justicia por manos propias, la música “chicha” que baja de los cerros con “Chacalón y su nueva crema”, las beatas y santos no canonizados que compiten con los cultos formales.
Ya no era evidencia sino demasiada realidad para soslayarla porque son otro mundo los migrantes de la primera, segunda y tercera generación no insertados al mercado formal. No son ciudadanos, con sus deberes y derechos, en la acepción occidental del término. Son masas apolíticas y pendulares que deciden, cada vez con más fuerza, por encima de los poderes fácticos, en especial los medios de comunicación, qué outsider debe ser el nuevo inquilino de Palacio de Gobierno.
Así como el golpe de Velasco Alvarado rompió los últimos diques de las compuertas embalsadas del Estado oligárquico, así el Estado populista había puesto en evidencia, en toda su crudeza, la ruptura definitiva de la marginación de las nuevas masas informales que han irrumpido con fuerza en la economía y la sociedad, amenazando con tomar el control de la política.
Es cuando por primera vez observamos, en nuestro doloroso itinerario, el diseño de facto de un Estado mestizo o cholo, al estilo de México, y el eventual cierre del largo parto formativo de nuestro Estado nación, entendido como suma de identidades, posibilidad y realidad visualizada por Carlos Franco en esos años ochenteros de violencia y terror.
Esas masas sin ideologías ni credos políticos, sin las antiguas ideas fuerza del antimperialismo, o la lucha a muerte por la tierra, ya no cabían en los ropajes encorsetados de la democracia representativa y del viejo Estado tradicional. Multitudes famélicas dispuestas al asalto y al golpismo, como ya viene sucediendo en América latina. Mareas humanas incomprendidas por una casta política que tiene fijaciones patológicas por el reparto de escaños parlamentarios, fajines ministeriales y embajadas, según Javier Valle Riestra.
Desde un prisma liberal, ese mismo desborde se ha clarificado en la economía con El otro sendero (1986), de Hernando de Soto, Enrique Ghersi y Mario Ghibellini, en ácida crítica al populismo de derechas e izquierdas en extinción y al “mercantilismo” abusivo de las clases adineradas. Este credo libertario y pro-privatista saltó a la política cuando Vargas Llosa se enfrentó a la estatización de la banca del primer gobierno aprista (1985-1990) de Alan García Pérez, dando lugar a la formación del FREDEMO, frente derrotado por un desconocido llamado Alberto Fujimori en las elecciones de 1990.
La larga marcha del desarrollo económico
Los postulados económicos del nuevo credo libertario –no los políticos, por cierto- se aplicaron a partir del gran viraje de la economía de 1992, por obra de Carlos Boloña Behr, nuevo curso que cierra el ciclo del Estado Populista, con una participación determinante de la Fuerza Armada , sobre todo en la pacificación nacional, dando inicio a la larga marcha del desarrollo económico que dura hasta nuestros días.
Ningún partido o corriente populista, sea de derechas o de izquierdas, sea militar o civil, con la solitaria excepción del Apra, ha logrado cuajar, en la etapa que nos ocupa, como partido representativo y duradero de sus intereses económicos y sociales. Tampoco la izquierda marxista, que en los ochentas diera forma a su logro más importante, Izquierda Unida, frente diluido de inmediato en medio de discusiones estériles sobre la actitud a asumir respecto de la secta maoísta Sendero Luminoso y el tipo de participación en la democracia representativa antes catalogada de burguesa.
La versión moderada de esa izquierda (gauche caviar), ante la progresiva deslegitimación de estalinismo ortodoxo y la posterior caída del Muro de Berlín, se adelantó en aggiornarse, aceptando la economía de mercado que había vituperado, sumándose a la nueva tecnocracia formada en este interregno. Para nadie es un secreto la participación de algunos de sus cuadros en la primera fase del fujimorismo, luego en el gobierno transitorio de Valentín Paniagua y su rol de cogobierno en la administración Toledo. Para legitimarse ante la opinión pública se auparon a las ONGs, principalmente de derechos humanos, que años atrás también habían vituperado, haciendo política desde la “sociedad civil”, para, en una suerte de neo-civilismo, jugar en la era post Fujimori el papel vengador que el Partido Civil había tenido para con el Ejército en el siglo XIX.
Un pretendido balance de la derecha política en este periodo sería una pérdida de tiempo. Al margen del populismo aprista, el único intento persistente de la derecha peruana ha sido el del PPC que, más que un partido orgánico, ha sido y es una agrupación de estudios de abogados limeños tras una representación parlamentaria y el control de municipios capitalinos.
Disipados los cenáculos libertarios del FREDEMO, tras su episódica estela de cometa Halley finisecular, fenómeno de marginalidad que comparte con la izquierda marxista, sin lograr ninguno de ellos una raigambre estructural en el Perú de los desbordes, aquel balance debería subrayar que la nueva burguesía financiera y trasnacional insiste en mantenerse como una red invisible de intereses y favores de clientelismo, aupándose al gobernante u outsider de turno, ora con Fujimori, ora con Toledo, ora con el segundo García. Al parecer está condenado a no tener partido propio. O simplemente no le interesa, en la praxis fenicia que todo lo puede comprar con su dinero, ideas incluido.
Algunos dirán, desde la izquierda jacobina, que esta visión es desmentida por la incursión de Susana Villarán y su Fuerza Social en las últimas elecciones municipales de octubre del 2010. No. Olvidan que el Perú ha aguantado de todo, pero también se cansa de todo. No se dan cuenta de su cansancio para con un sistema de partidos endebles que cada cierto tiempo suplica, desesperado, los votos necesarios para mantenerse en vigencia. Esta nueva ilusión de promesas legalizadoras de las drogas o del matrimonio gay no es más que eso: una nueva ilusión, un estado de ánimo que se rebela en las ánforas contra el stablismenth partidario que administra el Perú en la era post Fujimori.
Finalmente, ¿qué nos está expresando los resultados de las referidas elecciones ediles?: El desencuentro entre el pujante desarrollo económico del Perú que colisiona con un sistema político que ya no representa a toda la sociedad. Dicho de otra forma, asistimos a la contradicción entre el giro liberal de la economía, que viene desde 1992, que afinado en sucesivos gobiernos ha logrado colocar a un Perú, el moderno y capitalista, en la vitrina internacional de los países que se acercan al primer mundo. Pero éste rumbo colisiona con un régimen político y las nuevas clases adineradas que desde el Estado medran del boom económico en perjuicio del otro Perú, el de los marginados, quienes ya no se sienten representados por un sistema de partidos atacados por el mal de la falta de renovación y de raigambre.
Conclusión, la agrupación que solucione esa contradicción puede llenar el vacío de la falta de un partido de derecha en el Perú. Superar el caudillismo, la fragmentación partidaria y los problemas de marginación y violencia creados por los desbordes, ésa es la tarea venidera para coadyuvar nuestro pujante y envidiable desarrollo económico y superar la pobreza. Cuando esa hora llegue, los tímidos flash de felicidad actual se harán luz perenne, y los poetas ya no cantarán el verso de que nuestra Patria es una isla doliente donde el mar no llega. Cuando esa hora llegue, nuestra historia de caos y debilidad institucional será eso: historia.
Escribe: Plinio Esquinarila
Escribe: Plinio Esquinarila
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Colorín colorado, este cuento se ha acabado
Tres prestidigitadores en las elecciones ediles: Toledo, Alan y Bayly
Colorín colorado, este cuento se ha acabado
Instrumentalización
La primera conclusión de las elecciones ediles es que se han movido, cual prestidigitadores, los dos poderes fácticos y actores más influyentes de este gobierno y de su predecesor, es decir Alan García y Alejandro Toledo, respectivamente. No es ésta una visión instrumentalista de la política. En absoluto. Tan sólo la constatación de hechos desde el inicio de la agresiva campaña de Lourdes Flores enfrentando a Alex Kouri, de Cambio Radical.
Primero Lourdes recibió el apoyo de Alejandro Toledo, cuando un militante de Perú Posible –un oscuro candidato de Puente Piedra- presentó el escrito para la tacha de Kouri, logrando sacarlo de la contienda con apoyo de los funcionarios que la chakana y sus aliados dejaron en el Jurado Nacional de Elecciones. Punto para Toledo.
Nada pudo hacer Alan
Nada pudo hacer el padrino de Kouri, Alan García, en la operación salvataje de su candidato. Para entonces se había creado un nuevo escenario en que Susana Villarán, de Fuerza Social, aprovechaba rauda la anterior estrategia pepecista decencia versus corrupción, creciendo como espuma, al extremo que Toledo declaró que votaría por ella, su ex ministra, dejando debilitados sus anteriores juramentos de amor por Lourdes.
En otros brazos
Para sus adentros Lourdes debe haberse sentido una novia traicionada en un altar con fiesta y orquesta ya armadas. No tenía otra salida que respirar otros aires, o jugar en otros brazos, porque el calendario electoral avanzaba implacable a favor de Susy. Es así como las veleidades de Toledo fueron aprovechadas por el galán palaciego llamado Alan García, cuyos tentáculos habrían aportado curtidos personeros apristas y eventualmente aplazado el pronunciamiento fiscal sobre el caso Cataño que aterraba al estado mayor del PPC-Unidad Nacional.
Apanaron a Susana
Rediseñada la estrategia que había dado resultados con Kouri con la reiteración de una confrontación abierta con Susana y sus socios de “Patria Roja”, sin embargo esta ofensiva sólo empezaría a funcionar después del debate entre las dos candidatas, donde Lourdes hizo de Susana un apanado de indefensión y falta de respuestas. Ese era el momento de que una Lourdes triunfadora debió visitar a otro prestidigitar que llevaba el sello de francotirador.
Nos referimos a Jaime Bayly Letts, que hasta entonces había hecho de las suyas en uno de los ejemplos más inequitativos de manipulación de la votación a favor de Susanita. Pero Lourdes no fue a su programa. Craso error. Un último esfuerzo para salvar la debacle tuvo lugar en la casa de PPK, tratando de convencer al Pastor Humberto Lay para que su grey votara por Lourdes. No señor, dijo este enviado de Dios.
Guau, guau y guau
Para los días siguientes el calendario electoral había avanzado demasiado. Ya era tarde. Las ánforas debían hablar a pocas horas. Y hablaron. Cuando se conocieron los resultados, y conforme avanzaba lenta esa maquinaria hecha por abogados llamada ONPE, el galán palaciego empezó a tomar distancia y mandó a Mauricio Mulder a los medios. Guau, guau y guau, balbuceaba el emisario, hablando del carácter irreversible de una diferencia de alrededor de 30 mil votos a favor de Susy.
¿Centro del universo?
Llegado a este punto, Lourdes parecía estar marcada por el destino para no ganar en las grandes ligas. Toledo había hecho su gran faena con Susy, sin querer queriendo, como dice ese filósofo llamado El Chavo del Ocho. Alan hasta ahora no se da cuenta de su profundo error de creerse más fuerte de lo que en realidad es. Y Jaime Bayly terminó siendo expulsado penosamente de Frecuencia Latina. ¿Quién le habrá hecho creer al pobre que es el centro del universo? Así termina esta historia. Colorín y colorado, este cuento se ha terminado.
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Alejandro El Breve
Las últimas elecciones ediles no son más que el primer round de la campaña presidencial que ya avanza viento en popa. Mientras Keiko Fujimori avanza silenciosa en provincias, para no hacer olas que precipiten la demolición que tanta teme, Alejandro Toledo ha decidido armar una campaña corta y letal. Dicen que ya tiene un asesor gringo experto en campañas breves. También ya trabajan en el equipo Willy Gonzales Arica, Juan Sheput, “Techito” Carlos Bruce, Javier Reátegui y otros.
Castañeda también
En la misma onda estaría Luis Castañeda Lossio, de Solidaridad Nacional, quien ha tenido que parar el armado de su aparato mediático por unos reportajes pasados que anularon una de las publicaciones que ya estaba colgado en los kioscos. Pero también tendrá que abrir bien los ojos porque con seguridad Susanita Villarán tratará de ponerle a un José Ugaz para que hurgue en presuntos actos de corrupción en el Municipio al que hace poco ha renunciado.
“Pacucho” padrino
¿Será cierto que el presidente del Congreso, César Zumaeta, “Pacucho” para los amigos, habría participado, en Trujillo, hace poco, del matrimonio civil de su sobrino, Martín Zumaeta, vocal de un Tribunal del Organismo de las Contrataciones del Estado (OSCE), con la también vocal de la misma institución, Elke Ramírez? Dicen que la boda fue a todo dar.
¿No hay conflicto
de intereses?
A todo esto, ¿qué dice el procurador ad hoc de OSCE, o el jefe de esta institución, don Ricardo Salazar? ¿O es que los esposos están permitidos de ejercer los mismos cargos en un ente tan delicado como es el ente de las adquisiciones y contrataciones del Estado?
Más de OSCE
Hablando del OSCE, dicen en círculos empresariales que el un ex viceministro de Justicia tiene mucho que explicar en la última recomposición de las cuatro salas y su conformación con las 12 vocalías de OSCE. “Hay nombramientos irregulares y una ley anti-constitucional que nadie investiga”, expresó una fuente. ¿Cuáles son estos personajes y esa ley? Sería bueno que nos informen con detalles.
Se trajeron abajo la ley
Hasta donde se sabe, los estrategas del cambio de las salas de OSCE habrían sido el entonces premier Javier Velásquez Quesquén, el ex viceministro de Justicia Erasmo Reina y el actual procurador ad hoc de OSCE. Para empezar, se trajeron abajo el DS 083-2004 y el DS 084 del mismo año que regía el funcionamiento del anterior CONSUCODE, que ponía, como en toda la administración pública, el límite de 70 años para los vocales de lo que hoy es OSCE.
Ley tornillo
Lo cambiaron, de la noche a la mañana, con una “comisión multisectorial”, a la que se habría sumado –en la sombra- el abogado de la tercera reelección de Alberto Fujimori, Otto Egúsquiza Rocca, también hombre de Palacio de Gobierno, en especial del secretario general de la Presidencia , Luis Nava Guibert. Así es que cómo nació la ley tornillo (DL 1017 de OSCE) que permite un nombramiento de vocales sin respetar el límite de los 70 años, es decir les dieron carácter vitalicio. Increíble pero cierto.
Igualados
Cómo la legislación en materia de contrataciones y adquisiciones del Estado es densa y conocida por un número muy reducido de personas, nadie dijo nada ante una norma que ponía a la gerontocracia abogadil nada menos que al nivel de los venerables y respetables jueces de la Corte Suprema de los Estados Unidos, únicos ejemplos de carrera vitalicia en las democracias de Occidente.
Otto el vivo
Los ubicaban en el ente administrativo que mueve las millonarias contrataciones y adquisiciones del Estado ¡¡¡con carácter vitalicio!!! Uno de los escogidos habría sido Otto Egúsquiza Roca, quien en ese entonces era cesado, precisamente por límite de edad, en la Corte Superior de Lima, donde era magistrado. Pero no, Otto el vivo, que tiene línea directa con Palacio, “participó en ese engendro legal hecho a la medida de su edad y los intereses de otros”, dijo la fuente.
La ley sigue vigente
Se sabe que esta norma causó un escándalo en ex funcionarios de primer nivel, entre ellos Pedro Pablo Kuczynski, quien habría sentido vergüenza ajena al ser informado del entuerto. Otros dicen que conversó sobre el tema con la titular de entonces del MEF, Mercedes Aráoz. Tras discretas observaciones de PPK y otros tecnócratas, vino el “saneamiento” del nombramiento de los vocales, pero sin que el gobierno vaya al fondo inconstitucional de la norma.
Acción de amparo
En este orden de palabras, la pregunta fluye por sí sola: ¿Dónde estaban los organismos contralores y de de control político y constitucional del Estado? ¿Dónde estaba el Congreso y sus comisiones de Constitución y Justicia? ¿En la luna de Paita o en Trujillo apadrinando bodas? Dicen que en ese “saneamiento” el único magullado fue Otto Egúsquiza, a quien un buen día, apenas superó los 70 abriles, le quitaron su tarjeta en OSCE y le dijeron chau. Pero como la ley está vigente, Otto el vivo sostiene que ya le ha creado derechos, por lo que ha presentado una acción de amparo para retornar y dicen que ya le ha salido positivo.
Susy y Jotacé
Fuentes de inteligencia naval afirman que la candidatura de Susana Villarán no nació a raíz de la convocatoria de elecciones municipales. Emergió mucho antes, incluido en el II congreso de la Juventud Comunista de Patria Roja (Jotacé) que se realizó entre el 15 y 18 de setiembre de 2009, en el local de dicha agrupación ubicado en jirón Miro Quesada 340, a escasa distancia del diario "El Comercio", y que culminó con una gran fiesta amenizada por el grupo cumbiambero Los Destellos.
Aliada menor
En el evento, al que asistieron representantes de la ultraizquierda de Brasil, Bolivia y Chile, y algunos venezolanos, se llegó a la conclusión de que Ollanta Humala lo único que había hecho era disgregar a las fuerzas de izquierda en el Perú y que la única dirigente con capacidad para unirlos era Susy Villarán, pero que debía ir, según los dirigentes veteranos de “Patria Roja”, como una aliada menor de su frente , el MNI, que contaba con inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones, lo que no sucedía con Fuerza Social de Susy.
Lobo feroz
Por otras fuentes se ha confirmado que en efecto era Susy la que buscaba a “Patria Roja”, pero eso cambió en forma abrupta cuando al cierre del plazo de inscripciones la Fuerza Social fue registrada no se sabe con qué artes, según ha expresado el jefe del MNI y dirigente de “Patria Roja”, Nilver López, el lobo feroz de esta historia. Es cuando la tortilla se voltea y en las nuevas circunstancias será Susana quien los trata como subordinados, lo que ha se hizo más que evidente conformaba se desarrollaba la campaña edil.
Allison al Congreso
El controvertido alcalde de Magdalena, Francis Allison, permanecería solo un año en la alcaldía. Dicen que sus pretensiones son las de postular al Congreso. Sería reemplazado por su teniente alcalde de apellido Olazábal. Sin embargo, su primera obra sería la de edificar un policlínico municipal, que atenderá gratuitamente al vecindario con la única condición de estar al día en el pago de los tributos municipales. Plop.
También el helicóptero
El hombre del helicóptero en la última campaña edil, Alex Gonzales, ecologista hasta el hueso húmero, también habría decidido lanzarse al Congreso, toda vez que está seguro que su marca –el helicóptero- ha sido la novedad más festejada en el debate de candidatos al municipio de Lima Metropolitana
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BRASERO POLITICO
¿Quién dice que no hay recursos?
¿Quién dice que no hay recursos?
Crítica constructiva. Información oficial da cuenta que Sedapal no factura el 37,7% del agua en la capital. Y dice que tiene pérdidas por S/. 400 millones anuales y un déficit de infraestructura en saneamiento que llega a la astronómica cifra de US$ 3.500 millones, según su propio Presidente, el Dr. Víctor López Orihuela. ¿Cómo es esto estimado amigo? Habría que ponerle las pilas a los facturadores.
Sunass bla, bla, bla…
Asimismo, José Salazar, Presidente de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), dice que la empresa deja de ganar S/.400 millones anuales. Sin embargo, las millonarias pérdidas se presentan en paralelo con el déficit de infraestructura en saneamiento. Imagínense lo que se dejó de cobrar en estos últimos cinco años de Gobierno: ¡S/. 2,000 millones!. Y así dicen que no hay plata y que hay sobrecalentamiento, y que bla, bla, bla, y bla, bla, bla…
Deudas a SUNAT
Graciosos en efecto. Para cobrar lo no facturado son muy lentos, pero para pretender incrementar las tarifas ahí sí son rapidísimos. Con el agravante que se han repartido entre sus “trabajadores”, como premio, utilidades por S/. 28 millones el 2009. Sin embargo Sedapal debe a SUNAT nada menos que la friolera de 686.042.954 soles al 30 de setiembre del 2009. ¿Qué les parece?
Evasión en construcción
Hablando de SUNAT, al menos anunció que estudia incluir al sector construcción las detracciones, sistema que permite la retención adelantada del IGV. Obvio. Tomaría la medida por el alto nivel de evasión que han encontrado en el rubro. La superintendenta Nahil Hirsh dijo que este año empezarán a aplicar la detracción en esta actividad. “Hemos podido detectar que existe evasión en este sector tras el cruce de información con los permisos de construcción y la contratación de personal”, afirmó. Más vale tarde que nunca.
Falta capacidad de cobro
Aunque en SUNAT deben saber que el PBI del sector construcción ha crecido en estos últimos años hasta un 14.8% el año 2006, 16.6% el 2007, 16.5% el 2008 y este año 2010 se proyecta a 14.2%. Por tanto las empresas tienen que venir contribuyendo normalmente, de lo contrario se confirmaría lo que aquí sostenemos: No es que falten recursos para gastar, y por eso hay déficit; por el contrario, falta capacidad de cobro para que haya superávit. Tan sencillo como eso. Y a eso debe tender SUNAT.
Evasión en el IR
Tal vez por eso no faltan quienes planteen una reorganización en el ente recaudador, para que se convierta precisamente en recaudador, valga la redundancia. No olvidemos que según estudios actuales la tasa de evasión del impuesto a la renta llega al 48.5% en cifras. Dicho de otra forma, se deja de recaudar por este concepto S/. 17,502´000,000.
A cobrarrrrrr
En consecuencia se tiene que tomar medidas. De lo contrario, no habrá otra salida que una reforma integral del sistema tributario nacional. Hay que recordar que la propia doctora Nahil Hirsh, en gesto valiente, ha notificado al país de la existencia de un grupo de empresas que tienen una deuda tributaria pendiente de pago que asciende a 6,309´506,924 de soles al 30 de setiembre del 2009. Entre ellas están Telefónica del Perú SAA, con 1,985´153,913 de soles; Sedapal con 686´042,954 de soles, PETROPERU SA con 496´558,202. A cobrar se ha dicho.
¿Qué fue del programa
Agua para Todos?
Para el año 2010, el Presupuesto Inicial Aprobado (PIA) del programa Agua para Todos fue de 1,227´645,545 de soles. Luego su Presupuesto Inicial Modificado (PIM) se tuvo que disminuir a 584´802,545 de soles. Esta restricción se explica porque a setiembre de este año este programa manejado por Carlos Arana, con la bendición de Palacio, tiene una magra ejecución de apenas 107´702,042 de soles. Es decir solo el 18.4% de avance en el año, previéndose llegar a diciembre a S/ 140´000,000 adicionales de gasto. O sea un esmirriado 23% del PIM y el 11% del PIA. ¿Cómo es esto señores? Aclaren.
Sobran recursos
Traducción para legos en economía: No se ejecutará 444´802,545 de soles del PIM y 1,087´645,545 del PIA. ¿Qué lectura hay que colegir de estas cifras, que dicho sea de paso son oficiales y que oculta la prensa adulona? Sencillo. Se observa a kilómetros un deficiente sistema de planeamiento sectorial del Ministerio de Vivienda y Construcción y una mala elaboración del Plan Operativo Institucional y del prepuesto. ¿No hay responsables en la Oficina de Planeamiento Sectorial y en la Dirección del Programa por la cantidad de recursos que se dejaran de utilizar? ¡Sobran recursos! ¿Sí o no amigo lector?
Increíble, MININTER de mal en peor
De forma escandalosa fue designado, vía Resolución Ministerial Nº 1005-2010-IN del 23.09.2010, Arturo Ernesto Delgado Vizcarra como Secretario General del Ministerio del Interior. ¿Han olvidado que este señor fue suspendido por corrupción según un informe televisivo, cuando era secretario general de la PCM en la difícil presidencia del Consejo de Ministros de don Yehude Simon Munaro?
Memorex señores
¿También han olvidado que el buen Yehude se propuso plasmar una guerra frontal contra la corrupción, lanzando para tal fin, en diciembre de 2009, el Plan Nacional de Lucha contra la Corrupción , nombrando como su brazo derecho, en la secretaría general de la PCM , a Arturo Delgado Vizcarra? Memorex señores: un reportaje del programa “Cuarto Poder” denunció que Delgado Vizcarra utilizaba vehículos del Estado para llevar sus hijos al colegio Newton en La Molina. Y de yapa a su esposa a un Instituto de Ginecología y Reproducción en Surco.
¿Discrecionalidad?
Sin embargo aquel personaje justificó el mal uso de los vehículos con un “memorándum de discrecionalidad” que, según este vivazo, lo ponía al margen de las medidas del Plan Nacional de Lucha Anticorrupción que él mismo supervisaba. Increíble.
Un exonerado suigéneris
Era pues el único funcionario de la PCM exonerado de las normas impuestas por él mismo y por su jefe Yehude. También alegó que en seguridad y movilidad escolar gastaba alrededor de 2.500 soles mensuales de los 15 mil soles que ganaba. Y que al ser víctima de un robo en su casa no podía confiar el traslado de sus hijos al colegio en un vehículo particular.
Peculado de uso
Mediante Resolución Suprema Nº 112-2009-PCM del 30.09.2009 la PCM suspendió a Delgado Vizcarra con 30 días sin goce de haber, aparte de haber sido denunciado por el Procurador Público en Delitos contra la Corrupción , Jorge Luis Caldas, ante la Fiscalía Anticorrupción , por la presunta comisión del delito de peculado de uso. Los que conocen el caso dicen que actualmente tendría un proceso con comparecencia restringida ante el Juez Especial Cesar Vásquez Arana.
Currículum
Este señor ha sido Director General de Asesoría Jurídica del MINDEF, llevado por la todopoderosa asesora Nuria Sparchs; ex asesor del Ministerio de la Presidencia en la era de la chakana, ex asesor de Víctor Joy Way Rojas, entre otros altos cargos del Estado.
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La agonía de COFOPRI
Una catástrofe llamada Garrido Lecca
La agonía de COFOPRI
Todo empezó con una fusión tramposa con el PETT agrario
Cuando se escriba la historia de las trapacerías de este régimen, se recordará muchas anécdotas, como las del ex ministro de Vivienda Hernán Garrido Lecca, quien le ha hecho un daño incalculable al desarrollo del agro. Y es que miles de inversionistas y productores agrarios –en especial de la región Lima- ven paralizados sus expedientes, o han dejado de invertir sólo porque un día se le ocurrió a Garrido Lecca incorporar el Proyecto Especial de Titulación de Tierras y Catastro Rural (Pett), del Ministerio de Agricultura, a la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri).
¿Principio de especialidad?
¿Por qué aquel multifacético personaje, en su calidad de ministro de Vivienda, impulsó y promulgó, un 21 de febrero del 2007, el Decreto Supremo N° 005-2007-Vivienda, por el que Cofopri fagocita al Pett “bajo la modalidad por absorción” y por “criterios de especialidad”? Vayamos por partes y cucharadas. Es inconcebible que, bajo el supuesto principio de especialidad, el saneamiento de la propiedad de la tierra, íntimamente ligada a la actividad agropecuaria, y por ende al Ministerio de Agricultura, termine en Vivienda y Construcción que ha sido y es básicamente de naturaleza urbana.
¿Por qué Vivienda?
Se puede afirmar que es filosofía del nuevo Alan García la promoción de la inversión en anticuados terrenos comunales, privilegiando una titulación individual. O pretender explicar el entuerto a partir de los Decretos Legislativos pro TLC, entre otros, el DL Nº 1089, en cuyo primer artículo se ordena declarar de interés público la formalización y titulación de predios rústicos y tierras eriazas habilitadas. ¿Pero por qué Vivienda?
El nuevo credo alanista y el paquete pro-TLC por sí solos no explican el zafarrancho creado por el D.S. 005-2007-Vivienda. Un veterano servidor de Cofopri, quien solicitó el anonimato, nos confirmó que Garrido Lecca tenía agenda propia en la firma presurosa de este decreto: “Fue por adjudicarse alrededor de 300 has. de tierras en la irrigación Santa Rosa de Sayán, ubicada en la provincia de Huaura, región Lima”, dijo.
En su chacra…
Como no podía lograrlo por la vía del Pett, decidió usar su propia chacra, que era el Ministerio de Vivienda, asumiendo los destinos del Pett vía Cofopri. Aunque ni con esas artimañas ganó la adjudicación porque fue pillado y puesto al descubierto por el perjudicado de su pillería, quien también solicitó el anonimato. Después Garrido Lecca dicen que prefirió trasladarse al Ministerio de Salud porque ahí los negocios de hospitales y sanatorios se presentaban más prometedores con el empresario dominicano Fortunato Canaan hasta que, implicado en uno de los audios, tuvo que renunciar.
Hace de “portátil”
No olvidemos que Cofopri había ganado un sólido prestigio en el ámbito urbano. Pero también es cierto que no estaba capacitado para asumir funciones de titulación rural, más aún cuando se llenó de compañeros apristas y allegados, en una suerte de clientelaje que, como todo copamiento político, arrastra gente inexperta y sin solvencia técnica. Es más, Cofopri fue usado cada vez que Palacio de Gobierno necesitaba de una “portátil” que dé vivas y hurras a algún anuncio presidencial.
Paralización de expedientes
COFOPRI estaba llamada a ser altamente calificada, incluido en el tema agrario que absorbía, que es toda una especialidad que poco o nada sabían sus nuevos funcionarios. Eso provocó la paralización de expedientes. “Una de las consecuencias de la inercia de Cofopri es el retardo de miles de expedientes que estuvieron arrumados en sus oficinas y que ahora han sido pésimamente trasferidos a las regiones después del escándalo de la venta de tierras en Chilca”. (Ver recuadro) Cierto, como veremos líneas abajo.
Pérdida o sustracción
No vamos a detenernos en la corrupción que corroe Cofopri, que muchos inescrupulosos lo han convertido en un insoportable aparato burocrático de trabas y una mecedora crónica de campesinos pobres. Para que se convenza la prensa adulona, pueden preguntar a don Leoncio Patricio Giraldo, presidente de la Asociación de Pequeños Agricultores de Pativilca, Pampa Literas, cómo es que se ha “perdido” su voluminoso expediente, cómo es que manos oscuras lo han sustraído y desaparecido.
Conclusión de la catástrofe
La catástrofe “Garrido Lecca” concluye con la R.M 0811-2009-AG, de fines del 2009, producto del escándalo de tierras de Chilca, que determina la transferencia de funciones y procedimientos a las regiones, como el levantamiento de reserva de dominio, la evaluación de contratos de otorgamiento de tierras, la solución de los expedientes acogidos al D.S.026-03-AG (de pequeña y mediana agricultura); los referidos a la R.M. Nº 518-97-AG, sobre verificación de terrenos eriazos de libre disponibilidad; reversión de tierras en favor del Estado y otros relacionados a comunidades campesinas.
Balcanización
Esta transferencia demagógica ya ha balcanizado a Cofopri. Podemos afirmar que ningún experto en temas de formalización urbana o rural, en particular los ligados a los organismos financieros y a la cooperación internacional, como Hernando de Soto o Enrique Ghersi, puede estar de acuerdo con esta medida, sino tal vez con fijar un plazo preciso de vida de Cofopri hasta que concluya su misión y luego se evalúe, por ejemplo, su eventual integración a la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos o crear un ente especializado en el trabajo de catastro.
Cálculos fallidos
Pero no. Se ha preferido el viejo rumbo de la demagogia, olvidando que Cofopri o el Pett han sido experiencias estudiadas por el Banco Mundial, el BID o la FAO. Así lo reconocen tirios y troyanos. “Bien manejadas pueden y deben dar resultados (…) ¿No se dan cuenta que el problema no son los procedimientos establecidos sino las personas que lo conducen?”, ha escrito en su blog Juan Sheput, dirigente de Perú Posible. Como si entregando Cofopri a las regiones se pondría freno a las algaradas y protestas que en forma recurrente vienen del interior. Cálculos fallidos y desmentidos por la realidad.
Los vacíos de le ley
Pero lo más grave es que esa transferencia, cuya madrastra es la Resolución Ministerial Nº 0811-2009-AG, es un fiasco. Para muestra un botón: Esta ley transfiere el acervo documentario, más no así la información gráfica, planos y padrones que se han quedado celosamente guardados en Lima. “Es un vacío de la norma”, nos dice la fuente. Para no ir lejos, recuerda, que los funcionarios de la región Lima, cuyo gobierno regional tiene a Huacho por sede, han solicitado los planos y gráficos, pero en Cofopri - Lima no quieren entregarlos, arguyendo que eso no está en la ley de transferencia. ¡Puagggg! Lo peor es que estos capitanes Paiva tienen razón. No está pues en la ley.
Cofopri rural paralizado
¿Quién ha asesorado este fiasco? Para darnos cuenta de tan descabelladas medidas, informamos que en la actualidad, por mil razones, está paralizado Cofopri rural, que funcionaba en la cuadra ocho del jirón Cahuide de Jesús María, amén de que el edificio que lo albergaba ha sido declarado de “alto riesgo” por Defensa Civil que dio plazo hasta el pasado mes de julio para desalojarlo. La única oficina que trabaja en este Cofopri es la Mesa de Partes y la venta de planos. Todo lo demás está paralizado.
Los despidos
Esta inercia no es nueva. Ya en agosto del 2008 ocurrían problemas presupuestales, sobre todo en materia de pagos de sueldos y salarios. En ese entonces, fines de agosto, el MEF les cortó parte de su presupuesto porque en Cofopri hacían alarde publicitario de haber cumplido y/o sobrepasado sus metas de titulación de predios, seguramente urbanos. Es cuando se informó al personal que sólo iban a pagar el 50%, y el resto en la primera semana de setiembre. En tales circunstancias se recurrió a los descansos forzados por unos 15 días. En paralelo se vinieron los despidos de unos 1000 servidores.
Paralización total
La drástica reducción del personal agravó la imposibilidad de una atención de un número creciente de expedientes que día a día se seguían acumulando. Los problemas recrudecieron el 10 de octubre de ese año, dejando básicamente a los jefes y personal de confianza. La paralización era pues total. En tales circunstancias el público usuario simplemente era mecido. Para octubre del 2010 ya nada se podía ocultar. Cofopri rural estaba cerrado por falta de personal y presupuesto, no obstante que en marzo del mismo año se tomó nuevo personal que trabajó solo hasta junio.
Nueva razzia
Y en julio pasado estalló el escándalo por la venta dolosa de terrenos de Chilca, motivando una nueva razzia que alcanzó a la cabeza de entonces, Omar Quesada, amén de la salida de alrededor de 800 funcionarios y trabajadores, motivando la precitada R.M. 0811-2009-AG de transferencia de Cofopri a las regiones. Antes el MEF le propinó una nueva reducción presupuestal.
A río revuelto…
Además, la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) exigió la disolución de Cofopri y la restitución de sus competencias y recursos a los municipios. “Se debería presentar un proyecto de ley con el cual se derogue la creación de Cofopri”, sostuvo César Acuña, presidente del citado organismo edil. A río revuelto, ganancia de Acuñas.
“Oficina descentralizada”
Por los desatinos y la balcanización ahora Cofopri es una curiosa “oficina descentralizada”. Tanto que su mesa de partes y la venta de planos están en el distrito del Rímac. La oficina de catastro y parte de FOR (formalización rural) se ubican en Jesús María. En La Molina trabaja personal del área legal y otros, mientras que la Dirección Ejecutiva despacha en San Isidro. Así estamos.
Mal estructural
Presentado el problema en esta perspectiva, alguien tiene que enderezar este caos politizado. No bastó poner un experto de primer nivel como el anterior director ejecutivo, Alvaro Delgado Schelje, quien ha pasado al más alto cargo de SUNARP. ¿Qué podía hacer Delgado en esa realidad caótica que se ha hecho estructural? ¿Que hará la nueva directora Carmen Beltrán? A ver si el Instituto Libertad y Democracia nos ilustra con una salida a la transferencia demagógica y facilista, y le insufla un nuevo aire de vitalidad a Cofopri para que concluya la misión que se le encomendó al ser creada el año 1996. Recemos para que la agonía de Cofopri no termine en colapso y muerte.
Escándalo de Chilca
Según IDL reporteros, que destapó el escándalo de Chilca, Cofopri le vendió a Oswaldo Chauca Navarro –presunto traficante de tierras y ex diputado aprista entre los años 1990 y 1992– una playa de 300 mil metros cuadrados al sur de Lima, por 4,908 soles (1,728 dólares) que después se comercializaba en lotes por 12 millones de dólares.
Ubicado en La Playita y Barrancadero, entre Puerto Viejo y el Club Regatas de San Antonio (Km. 72 de la Panamericana Sur ), el terreno le pertenecía a la Superintendencia de Bienes Nacionales (SBN), pero Cofopri lo registró a su nombre en Registros Públicos sin notificarle a la SBN.
Según otro reporte, informada del hecho, la SBN le dirigió al titular de Cofopri, Omar Quesada, “los oficios 8866 (en agosto), 10446 (en setiembre) y 13688 (en diciembre) para advertirle que: 1) el terreno de 840 mil metros cuadrados no estaba habilitado para fines agropecuarios; 2) la entidad estaba evaluando transferir la propiedad a terceros, que se habían mostrado interesados en comprarla, a precio de mercado; y 3) había iniciado una acción judicial para desalojar a una persona que la había ocupado ilegalmente”.
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